SINTAXIS DE LA IMAGEN
Sintaxis: En la imagen es la forma de coordinar, ordenar y unir los elementos, estudiando los procesos de la percepción humana, es la regla que define las secuencias correctas de los elementos en la imagen, es la composición visual.
Imagen: Es concebida como la figura, representación, semejanza y apariencia de algo.
''La pintura es cosa
mental´´
Leonardo Da Vinci
Es fama que Pablo Picasso, haciendo gala de un
enorme conocimiento de la historia del arte y un pormenorizado dominio de las
técnicas artísticas vigentes en su tiempo, solía dibujar innumerables bocetos y
estudios preparativos para cada uno de sus igualmente innumerables lienzos,
grabados y esculturas; es fama también que estos bocetos, a fuerza de haber
articulado acertadamente en ellos ciertos principios compositivos afines a la
llamada “sintaxis de la imagen”, podrían ser considerados como obras de arte en
sí mismos. Considerado por numerosos especialistas (Hauser, Gombrich, Huyghe,
Dorfles y Apollinaire entre ellos) como el artista integral por excelencia, tan
capaz de dominar todos los ámbitos de la plástica, acaso con excepción de la
arquitectura, y tan honesto y radical a la hora de expresar sus gustos y
disidencias, no cabe la menor duda de que su aporte a las artes gráficas puede
calificarse de monumental. Quiero decir: hay más complejidad en la obra de este
genial pintor español que sólo su manera de romper límites y paradigmas. En
toda su obra, desde sus primeras pinturas de corte académico hasta su más
depurado neoclasicismo tardío, pasando, desde luego, por sus poéticos períodos
azul y rosa, sobresale su manera de concebir, utilizar y explorar la sintaxis
de la imagen: no es sólo de talento y técnica como debe construirse una obra
artística; y aunque en todo acto creativo priman, sobre todo, los dones
naturales del artista, estos deben ser secundados, o amplificados, por un
adecuado conocimiento teórico que le permita al artífice cómo contestar la gran
pregunta que todo creador se hace cuando se enfrenta al lienzo en blanco o a la
arcilla informe: ¿cómo conspirar un eficaz mensaje visual a través de la
apropiada construcción de una imagen?
La imágenes plásticas y gráficas no son, como
muchas veces se cree, el mero fruto de una inspiración divina o de la ebria
improvisación del artista durante alguna especie de embriaguez mística cercana
a los estados de gracia; en toda forma poética (valga decir, en todo discurso “estético”) hay algo más de raciocinio y
complejidad de lo que el espectador es capaz de discernir a primera vista:
enmascarada bajo el alocado arrebato creativo que desde las épocas de Homero se
atribuye a la caprichosa intervención de las musas, siempre hay en toda imagen
una cuidada planificación, una estudiada estructuración de los valores
plásticos principalmente orquestados a través de ciertos principios y elementos
gráficos, ciertas convenciones lingüísticas en todo análogas a las que valen,
en sentido figurado, para la imagen poética y que se corresponden puntualmente
con esa suerte de álgebra del discurso que es toda forma de sintaxis. No lejos
de los órdenes gramáticos y de las categorías discursivas que suelen atribular
a los buenos poetas en el momento de concebir sus imágenes, sus símbolos o sus
metáforas, la imagen plástica y gráfica gozan de estructuras y andamiajes
similares: de antiguo se conocen las virtudes que ciertos conceptos gráficos derivados
de disciplinas primarias como la agrimensura, la astronomía y la arquitectura e
incluso, acaso de manera silenciosamente indirecta pero constante, del oficio
fundamental de la agricultura, como la medida, la proporción, el ritmo y el
equilibrio pueden proporcionar al discurso visual; conocida es la importante
participación de la geometría en todas esas formas del saber. Harto famosa es
la célebre “proporción áurea”, esa atractiva forma de la geometría con que los
arquitectos griegos levantaron el no menos famoso Partenón y con que Policleto
estableció, además, el canon clásico para la construcción de la figura humana;
una proporción equivalente a la célebre “serie aritmética de Fibonacci” en que
cada nuevo número es el resultado de haber sumado los dos inmediatamente
anteriores. Es fama, también, que la expresión geométrica de dicha proporción
comporta cierta forma del rectángulo que incluye dentro de su construcción la
siguiente armonía: el segmento de recta AB que se obtiene al dividir un
segmento en dos partes de manera que el cociente entre la longitud del segmento
mayor y la longitud del segmento inicial es, mágicamente, igual al cociente
entre la longitud del segmento menor y la del segmento mayor. Así, el
rectángulo que se obtiene de componer un plano con tales segmentos fue
considerado ya por los egipcios como “divino”, principalmente gracias a que su
estructura, y a la espiral logarítmica que puede
contener en su interior, abunda en casi todas las formas de la naturaleza. Tal
magia modesta es utilizada hoy por todos los medios gráficos, plásticos,
arquitectónicos e incluso audiovisuales: la pantalla grande del cinematógrafo
responde a dicha proporción en el mismo grado en que su rectángulo contiene
tanto la curva del nautilo como los tercios que conforman toda fotografía y
muchos de los lienzos y esculturas que colman la historia del arte.
Y es dentro de ese rectángulo mágico donde tienen
lugar los rigores más efectivos de la llamada “sintaxis de la imagen”; es decir:
el conjunto de principios, estructuras, gramáticas y técnicas que dan
coherencia y significado al mensaje visual de la manera más armónica y efectiva
posible, dejándose concebir como sistema, como estrategia de comunicación apta
para hacer de la imagen un discurso dotado tanto de “función” como de “mensaje”:
como parte de los principios fundamentales con que se “compone” la sutil
“musicalidad” de una imagen, por ejemplo, nunca ha comportado una ingenuidad el
hecho, asaz poco aleatorio, de elegir ciertos elementos para la confección de
un cuadro o de una buena fotografía: la elección del ángulo, del punto de
vista, de la perspectiva priman tanto en la composición de una imagen como el
diseño rítmico que articula la geometría secreta de sus estructuras, las líneas
sinuosas de sus movimientos, el diseño en la distribución de sus valores
tonales, el equilibrio entre sus masas cromáticas y el peso de las figuras, las
tensiones entre el conjunto de líneas y la extensión de las superficies, la
acertada distribución de las fuerzas dialécticamente en conflicto, la sutil
combinación de las líneas verticales, horizontales y oblicuas, la simetría o la
asimetría con que se ordenan los diferentes elementos visuales del tema, la
relación simbiótica que se da entre lo curvo y lo anguloso, la pulsión de los
colores y la reverberación de los matices, la relación dialéctica entre los
puntos, las líneas, los ángulos y las superficies, e incluso el “camino” más
probable que debe tomar la vista del
espectador a la hora de escudriñar un lienzo, una viñeta, una fotografía, un
cartel, un edificio, una escultura o una imagen cinematográfica, tiene mucho
más de ciencia y trabajo duro que de inspiración y fortuita ayuda de las musas.
Todo ello, forma parte de la manera particular con que la sintaxis de la imagen
adecúa sus técnicas para la consecución del código específico que cada mensaje
gráfico implica, dejándose construir a través de las convenciones y las
técnicas que la sintaxis de la imagen acertadamente
comporta como unidad lingüística perfectamente definida sobre un sistema
específico de signos, símbolos y metáforas cuya apropiada organización sobre el
plano, me temo, ya implica la expresión coherente de una idea, de un concepto o
una categoría visual capaces de ser articuladas a modo de sintaxis; es decir, a
modo de teoría y práctica de un discurso estético relativamente complejo y
pleno de significado.
No obstante, es universalmente reconocida la
participación del azar en muchas obras maestras del arte, principalmente de
aquellas relacionadas con el expresionismo abstracto “azarosamente descubierto”
por Kandinsky en 1910 y posteriormente explotado y amplificado por los pintores
norteamericanos adscritos al “action painting” al estilo de Jackson Pollock o
Willem De Kooning, verdaderos maestros del gesto pictórico que, sin embargo,
nunca descuidaron los aspectos formales más vitalmente vinculados a la sintaxis
visual. Famosas son también las esculturas en madera de Hans Arp que él solía
consumar acomodando de manera “aleatoria” piezas de madera cortadas de manera
igualmente aleatoria. Se evidencia aquí también, en ambos ejemplos, el hábil
manejo de esta particular forma de sintaxis visual en que el mensaje se
construye a través de una sutil combinación de elementos preconcebidos y
aleatorios que igualmente forman parte de las complejas categorías de la
sintaxis visual; sintaxis que ha sido ricamente explotada no sólo por las
grandes lumbreras de las artes visuales sino, con más complejidad aún, por el
poco ingenuo oficio de la publicidad: si para componer la armónica complejidad
anatómica de sus sanguinas mejor logradas Leonardo Da Vinci debió recurrir a
las proporciones clásicas expresadas en su “Hombre de Vitrubio”, los genios de
la publicidad recurren a la misma proporción para poder vendernos un
desodorante. Si el mismo Leonardo confinó en un rectángulo áureo todo surcado
de triángulos su célebre recreación de la Última
Cena, los genios de la publicidad recurren al mismo artificio geométrico
para componer, de la manera más persuasiva posible, el cubo escénico de sus
comerciales y la planimetría audiovisual de su discurso. Y si las divinas
proporciones del Doríforo de
Policleto pululan en la escultura grecorromana, las mismas proporciones invaden
cada uno de los anuncios publicitarios que recurren a modelos semidesnudos para
vendernos, con la irresistible atracción de sus anatomías esculturales
inscritas en ricas estructuras rectangulares, un perfume, unas chanclas o un
tiquete de avión.
Todas estas operaciones gráficas y visuales, acaso
no ajenas de espíritu comercial, suelen hacerse posibles gracias al
conocimiento pormenorizado de la sintaxis de la imagen tanto como de los
diversos paradigmas y las diferentes técnicas y teorías que se “ocultan”, a
modo de estrategia comunicativa, detrás de toda imagen bien lograda; es decir: así
como en que la compleja retórica expresada en las cláusulas de García Márquez,
por ejemplo, funciona y se hace efectiva de manera “invisible” gracias al
dominio de la sintaxis que supone la lengua castellana, así el éxito de las
técnicas visuales depende de la buena utilización de los principios sintácticos
que posibilita, de manera invisible (desapareciendo o escondiéndose tras las
convenciones del lenguaje), el acervo de técnicas que componen la gramática de
la sintaxis de la imagen.
BIBLIOGRAFÍA:
1.
SINTAXIS DE LA IMAGEN, Donis A. Dondis, Ed. Gustavo Gili, 1974
2.
DISEÑO Y COMUNICACIÓN VISUAL, Bruno Munari, Ed. Gustavo Gili, 1974
3.
DE LO ESPIRITUAL EN EL ARTE, Wassily Kandinsky, Ed. Panamericana, 1996
4.
PUNTO Y LÍNEA SOBRE EL PLANO, Wassily Kandinsky, Ed. Guadarrama, 1972
5.
HISTORIA DEL ARTE, Ernst Gombrich, Ed. Phaidon, 2014
PREGUNTAS GENERADORAS
¡Cuales son los valores sintácticos de la imagen?
El punto Es la unidad mínima de comunicación visual, la más simple,
de forma redonda y la más abundante en la naturaleza. Es el elemento gráfico
fundamental. No es necesario que el punto esté representado gráficamente para
tomar fuerza, ya que en cualquier figura su centro geométrico, puede constituir
el centro de atención. Cualquier punto tiene enorme fuerza de atracción para el
ojo. Las ilustraciones de revistas y de periódicos están formadas por puntos,
pues si se ve de muy cerca se alcanzan a distinguir los puntos.
La línea cuando los puntos están muy próximos
entre si y no se pueden reconocer de forma individual crea una sensación de
direccionalidad, forman un elemento llamado línea; del punto nace toda línea,
es contorno o delimitación. Tiene una gran energía, ya que no es estática,
puede ser inflexible y recta o puede ser curva, zigzagueante entre otras
posibilidades de cambiar de forma.
El contorno la línea cerrada describe un
contorno. Los contornos básicos son el cuadrado, el circulo y el triángulo
equilátero. Son figuras planas pero con descripciones y diferencias propias.
La dirección los contornos
básicos expresan a su vez tres direcciones básicas:
*Horizontal y vertical
*Diagonal
*curva
el tono la luz moldea los objetos. Su
intensidad y variaciones determinan el tono y sus diferencias marcan líneas de
separación entre los mismos. Vemos la presencia de la luz y a que esta no es
uniforme. Si esta no se repartiera creando varios tonos veríamos lo mismo en la
total oscuridad. Las tonalidades entre el blanco y el negro se expresan
mediante tonos de gris. La escala tonal del sistema de zonas es de 9 tono de
gris, aunque existen otras escalas, incluso entre 13 y 30 tonos de gris. El
tono crea volúmenes.
El color el mundo real esta lleno de color y
este tiene una relación con las emociones. El color esta cargado de información
y es una experiencia visual muy percibida. El color es una de las principales
características de todo lo que vemos y se presenta como una forma de
identificación y diferenciación. Toda estructura toda forma que vemos conlleva
un colorido, convirtiéndose en una forma de identificarla. De los colores
primarios surgen mas de 100 combinaciones perceptibles. La presencia o ausencia
de color no afecta al tono, que es constante.
La textura es una característica que conforma el
acabado de una superficie y depende del material utilizado o del efecto que se
busque lograr en el acabado de una obra. Las texturas contribuyen a desatar
determinadas sensaciones a quienes las contemplan, por ello son un elemento de
la obra de arte.
La escala es el establecimiento del tamaño
comparativo. Lo grande solo es grande junto a lo pequeño. La escala lleva
muchas variables modificadoras, ya que pues una imagen puede pasar de pequeño a
grande o viceversa.
La dimensión la representación
volumétrica en formatos bidimensionales es también una ilusión. En el mundo
real nuestra visión nos permite verla y sentirla, pero en una pintura existe un
volumen real. Si a la perspectiva se le añaden valores tonales, podemos
realizar la sensación de volumen. La perspectiva tiene complicadas y numerosas
reglas. El uso de puntos de fuga es esencial para tener el efecto de la
perspectiva.
El movimiento es un elemento
presente en las composiciones. La imagen es inmóvil, pero podemos hacerla móvil
empleando técnicas como el barrido, la distribución de líneas y puntos de
encuadre. Nuestra composición puede obligar al ojo a recorrerla de un lado a
otro. El ojo sigue a la línea y busca acabar en el punto, circula por las luces
y espacios iluminados.
Bidimensionalidad
Las dimensiones son formas de medición, sea de la longitud de
una línea, del área que cubre una superficie o del volumen del cuerpo. Estas
son las formas en que se representan las dimensiones del espacio, mediante su
longitud, su anchura y su profundidad. En la bidimensionalidad solo se muestran
dos dimensiones, es decir no tienen profundidad, son dibujos de tipo plano.
Tridimensionalidad
La tridimensionalidad hace que una imagen tenga un efecto de
profundidad, aunque la imagen sea plana la hace ver de manera tridimensional.
Mediante la tridimensionalidad un dibujo se puede ver con mas realidad. Se
puede llegar a ver por medio de el punto de fuga, por medio del tono o poniendo
sombras a la imagen.
Composición de formas
El interés de una composición es lograr la unidad, todas y cada
una de las paginas necesitan tener una razón y un propósito para estar ahí. Se deben
evitar poner elementos inútiles que distraen la atención. Componer es el arte
de ordenar los conjuntos de formas, de manera que ocupen en el espacio el lugar
que le corresponde. La pintura es el arte de combinar efectos, es decir, de
establecer relaciones entre colores, contornos y planos. A lo largo de la
historia los artistas han compuesto sus imágenes de diferentes maneras, al
captarlas nos damos cuenta de sus ideales. Después de ordena, componer los
elementos, se llega a la representación de formas simples o compuestas.
Representación de formas
La representación puede hacerse a partir de diferentes maneras,
buscando una imitación o idealización de la realidad; o resolviendo formas de
una maneras estilizada, sin acordarse como las vemos, presentándolas en sus
líneas esenciales. La mimética y la interpretativa sol las dos formas que se
han utilizado en la historia del arte para la creación de imágenes.
Bibliografía
*http://www.newsartesvisuales.com/funda/elem1.htm
*http://www.fotonatura.org/revista/articulo.php?id_articulo=183&pagina=1
¿Como se delimita el campo visual?
El campo visual es el espacio que percibe el ojo cuando mira hacia adelante, el ojo transmite al cerebro las informaciones que percibe dentro de este, como los colores, volúmenes, formas entre otros, este tiene la capacidad de abarcar 180 grados de visión, este se delimita cuando miramos a un solo punto, depende del angulo y encuadre de la percepción que se tenga en el momento, pero aun así nuestra visión periférica se mantiene activa, ya que esta permite poder percibir nuestro alrededor sin importar que estemos mirando solo un punto fijo.
¿Como se definen los planos en una composición?
Plano: Se refiere a un objeto geométrico que no posee volumen, es decir bidimensional, elaborado como una representación gráfica de superficies en diferentes posiciones.
Composición: Forma en la que se encuadra y ubican los objetos, comprendidos en la imagen.
El plano siendo una superficie sin volúmenes permite en este realizar la dicha composición, el plano puede variar según sea su tamaño y su forma como cuadradado, rectangular, ovalada, circular entre otros, permitiendo posicionar en diferentes formas como horizontal, vertical, diagonal, inclinado, dándonos así la posibilidad de crear una composición, con formas y volúmenes.
Bibliografia
https://es.slideshare.net/evaavila/el-plano-y-composicion
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